Hilos de oro y plata adornan nuestros titulares a lo largo del año, pero el verdadero oro y plata de nuestra Madre de la Soledad es el amor de su Hermandad, el Amor de sus Hijos que acuden a verla y la portan año tras año siendo los pies de su Madre. Amor de los hijos del pueblo que desde los distintos rincones acuden para venerar a "su Sole".
El verdadero oro y la plata pura de la Soledad reside en los corazones de sus hijos, sus cofrades, sea cual sea la fecha del año la recuerdan y la guardan en su corazón, la nombran Reina y protectora de sus vidas y le ofrecen lo mejor de ellos, para que esté cubierta de Oro y Plata en cada corazón del Hermano del "Santo."
1 comentario:
que fácil es amar a una madre tan hermosa. que Soledad no sea nunca como se encuentre la madre de Dios, la madre del Cristo de los afligidos.
Publicar un comentario