El sueño se cumplió 300 años después. Esta Historia que nació 3 siglos atrás pronto mudó el discurso y desencadenó la potente manifestación religiosa y artística que contemplábamos el pasado 26 de Octubre. Al igual que todo buen libro debe encontrar su final, el Año Jubilar Herenciano lo halló de forma tan solemne como no acostumbrada. La Parroquia de Herencia se sumergía en las páginas de su historia durante todo este Año para dar respuesta a sus principios éticos y la fundación de sus cimientos.
No se completó aquella estampa de la Inauguración del Templo Parroquial aquel 27 de Octubre de 1713 cuando se trasladó el Santísimo a la Parroquia. Tampoco con las reparaciones del chapitel de 1778 o con la construcción de la Sacristía en 1819. Ni cuando el pueblo abrazó el paso de la Patrona en la Plaza de España tras conquistar el Parque Municipal de la Serna aquel 2 de enero de 2010 con motivo del Cincuenta aniversario, ni siquiera cuando el mismo paso mandado magistralmente por Don José Miguel Gómez Calcerrada y llevado a la gloria por la cuadrilla de la Soledad entró en la Iglesia el 8 de diciembre de 2013.
La Inauguración del Templo Parroquial de Herencia tuvo su punto culminante el pasado 26 de Octubre cuando la Corporación mariana pudo llegar a la Plaza de España, lugar soñado en las últimas semanas. Tendrían que pasar 300 años y entre ellos uno Jubilar para que se completara el momento, para honrar como se merece el Templo Parroquial de Herencia, para honrarlo con el mejor Altar que nunca se construyó para la Virgen en Herencia. Tres siglos de espera en una mañana de júbilo.
Todavía resonaba en la villa el eco de las campanas medianeras del siglo XX repicando para anunciar el comienzo del día más grande entre los días que han vivido los herencianos. Con un cierto ambiente de 8 de Diciembre la Inmaculada Concepción, portada por la cuadrilla del Cristo de la Columna y Nuestro Señor de los Afligidos, salía del Templo Jubilar dando el pistoletazo de salida a las demás cofradías para caminar junto a su paso por las calles de la carrera oficial. Plaza de España, Colón, Lope de Vega... un recorrido idílico y soñado en el que se produjeron estampas memorables que siempre quedarán en la memoria de todos los que las vivieron.
No se completó aquella estampa de la Inauguración del Templo Parroquial aquel 27 de Octubre de 1713 cuando se trasladó el Santísimo a la Parroquia. Tampoco con las reparaciones del chapitel de 1778 o con la construcción de la Sacristía en 1819. Ni cuando el pueblo abrazó el paso de la Patrona en la Plaza de España tras conquistar el Parque Municipal de la Serna aquel 2 de enero de 2010 con motivo del Cincuenta aniversario, ni siquiera cuando el mismo paso mandado magistralmente por Don José Miguel Gómez Calcerrada y llevado a la gloria por la cuadrilla de la Soledad entró en la Iglesia el 8 de diciembre de 2013.
La Inauguración del Templo Parroquial de Herencia tuvo su punto culminante el pasado 26 de Octubre cuando la Corporación mariana pudo llegar a la Plaza de España, lugar soñado en las últimas semanas. Tendrían que pasar 300 años y entre ellos uno Jubilar para que se completara el momento, para honrar como se merece el Templo Parroquial de Herencia, para honrarlo con el mejor Altar que nunca se construyó para la Virgen en Herencia. Tres siglos de espera en una mañana de júbilo.
Llegada de la Inmaculada Concepción a la Plaza de España |
Todavía resonaba en la villa el eco de las campanas medianeras del siglo XX repicando para anunciar el comienzo del día más grande entre los días que han vivido los herencianos. Con un cierto ambiente de 8 de Diciembre la Inmaculada Concepción, portada por la cuadrilla del Cristo de la Columna y Nuestro Señor de los Afligidos, salía del Templo Jubilar dando el pistoletazo de salida a las demás cofradías para caminar junto a su paso por las calles de la carrera oficial. Plaza de España, Colón, Lope de Vega... un recorrido idílico y soñado en el que se produjeron estampas memorables que siempre quedarán en la memoria de todos los que las vivieron.
La Inmaculada Concepción dio el pistoletazo de Salida de la Magna Procesión Mariana |
Cuadrilla del Cristo de la Columna y Nuestro Señor de los Afligidos, portadores de la Patrona de Herencia. |
Pero la grandeza de esta Magna Mariana no puede recluirse solamente en María Inmaculada. Acompañándola tras su patrocinio salían a la calle grandes manifestaciones de patrimonio religioso que posee la villa y que arraigan gran fervor y devoción popular, y no es de extrañar, pues su valía y riqueza son innegables, fruto hilarante del legado cultural y patrimonial herenciano.
La iglesia parroquial cuenta con indudables joyas del patrimonio artístico, como el conjunto escultórico de la Virgen del Carmen con San Simón Stock, la magnífica talla de arte valenciano de la Patrona o la antigua imagen de la Virgen de los Dolores. Por otra parte, la Hermosona de la mano de los padres mercedarios que junto a las joyas artísticas de la Encarnación, la Asunción, la Virgen de la Cabeza, Santa Ana con la Virgen Niña o la Amargura, hacen las delicias de todos los amantes del arte y la historia.
El pasado épico es celebrado mientras que conforme nos acercamos al presente y como Broche de Oro a la imaginería mariana de este pueblo manchego nos fijamos en María Santísima de la Soledad. Nuestra Titular, llegada en 1999 con pies de plomo se ha convertido en una de las devociones más populares de la villa.
Rodeada de su Hermandad comenzaba su Salida Extraordinaria de la ermita de San Bartolomé a las 10:50 de la mañana para recorrer los entresijos de su barrio. La bajada de María Santísima de la Soledad por la calle Gómez Montalbán suponía un merecido reconocimiento a aquel hombre que hizo que todo esto fuera posible, a aquel notorio párroco Don Joaquín que tanto hizo por Herencia antes y después del conflicto bélico del 36. Aquel a quien debemos en gran parte la conservación en casi perfecto estado del Templo Jubilar durante la Guerra Civil. Aquel párroco que merece menos desplantes y más elogios.
Como nos tiene acostumbrados, la Soledad de San Bartolomé fue regalando en este día un sinfín de perfiles distintos. Salió a recorrer su barrio que, especialmente decorado para la ocasión la esperaba con los brazos abiertos. Pudimos ver a la Reina del Santo en la Plaza de la Libertad, estampa que hacía años no veíamos, recuerdo de aquellos Viernes Santos en la procesión del Santo Entierro. Pudimos verla caminando por la "Calle Grande" o racheando por el popularmente conocido como "Callejón de la Soledad" (Travesía Concepción), pudimos en definitiva, disfrutar de una mañana de gracia junto a la Señora del Santo.
Y así, avanzaba poderosa para adentrarse en la calle Iglesia mientras la mayoría del público y las representaciones de las numerosas hermandades que estuvieron presentes acomodaban el inicio de la carrera oficial. La espera en Colón se amenizaba con un surtido de vivas y aplausos que, junto con el canto de la Salve Marinera de sus costaleros debajo del Paso de Palio al compás de la marcha Triana de Esperanza hicieron competencia por momentos a la Banda Municipal Santa Cecilia, la cual sobresaliente volvió a acompañar la Soledad de María.
Arropada de sus fieles y entre vítores y aplausos llegó la Virgen al pie de la Iglesia con la mejor letanía de marchas posibles para proclamar su entrada en la Plaza de España con Encarnación Coronada. El paso, después de recorrer media circunferencia de la plaza, quedó enclavado en su lugar dando paso a la Asunción de María. A las 13:30, como estaba previsto, todo el conjunto mariano estaba preparado justo en frente del Templo Jubilar.
Entrada de María Santísima de la Soledad en la Plaza de España. |
La Plaza de España recibió, 300 años después, la devoción del pueblo manchego. No faltaba ninguna imagen, todas en su conjunto hacían el TODO e impregnaban la gloria que merecía la ocasión. El intenso calor no fue obstáculo para cientos de fieles que se acercaron para acompañar, ver y vivir el momento. Desde su Concepción hasta su Asunción una perfecta letanía se escribió en torno a María. 300 años para contemplar esta estampa hasta ahora nunca vista.
El Domingo pasaban los siglos ante nuestros ojos, desde la Encarnación del siglo XVIII, pasando por las anónimas tallas del XIX y acabando con la Soledad de San Bartolomé de finales del XX. Historia, arte, tradición y devoción, tributos que bien pudieron sentir aquellos herencianos que tres siglos atrás inauguraban un Templo dedicado a la Inmaculada Concepción, Templo que no respondiendo a los ritmos biológicos humanos recoge generaciones y se convierte en testigo directo del paso de los siglos.
Con la mirada sobre María la villa de Herencia rezó la salve en el Altar nunca mejor preparado, momentos que se recuerdan con admiración y respeto ante la Estampa creada. A diez minutos de las dos el paso de la Inmaculada Concepción se disponía a entrar al Templo Jubilar y poner así fin a la Magna Mariana. En majestuosa reverencia todas las devociones frente al Templo esperaban la entrada de la Patrona. Respeto ante la Inmaculada, respeto ante 300 años de historia, respeto ante el Año Jubilar. De esta forma y rodeada de su pueblo la Concepción de María abandonaba el escenario devocional dejando tras de sí el escrito de otro día para la historia y el Año Jubilar herenciano.
El Domingo pasaban los siglos ante nuestros ojos, desde la Encarnación del siglo XVIII, pasando por las anónimas tallas del XIX y acabando con la Soledad de San Bartolomé de finales del XX. Historia, arte, tradición y devoción, tributos que bien pudieron sentir aquellos herencianos que tres siglos atrás inauguraban un Templo dedicado a la Inmaculada Concepción, Templo que no respondiendo a los ritmos biológicos humanos recoge generaciones y se convierte en testigo directo del paso de los siglos.
Con la mirada sobre María la villa de Herencia rezó la salve en el Altar nunca mejor preparado, momentos que se recuerdan con admiración y respeto ante la Estampa creada. A diez minutos de las dos el paso de la Inmaculada Concepción se disponía a entrar al Templo Jubilar y poner así fin a la Magna Mariana. En majestuosa reverencia todas las devociones frente al Templo esperaban la entrada de la Patrona. Respeto ante la Inmaculada, respeto ante 300 años de historia, respeto ante el Año Jubilar. De esta forma y rodeada de su pueblo la Concepción de María abandonaba el escenario devocional dejando tras de sí el escrito de otro día para la historia y el Año Jubilar herenciano.
Panorámica de la Plaza de España en el momento de la Salve |
Finalizaba entonces una mañana de gloria mariana con la entrada en el Templo de la Inmaculada. Después de este cierre cada una de las advocaciones regresaba a su ermita. La Soledad de San Bartolomé comenzaba a abandonar la plaza al compás de las marchas de Santa Cecilia. Fue la apoteosis de un sueño que continuó en el triunfal regreso de la Soledad a su casa.
Relativo a la importancia que tiene en nuestra Cofradía la noción de representación, especial mención merecen las Cofradías hermanas que nos acompañaron en este día de Júbilo tanto en la procesión como en el aperitivo que posteriormente ofreció la Hermandad del Santo. Un total de nueve cofradías que cortejaron a Nuestra Señora de la Soledad, estas son: Hermandad de la Flagelación de Ciudad Real, Virgen de la Salud, Santo Entierro, Virgen de los Dolores y Cristo de la Buena Muerte de Alcázar de San Juan y Virgen de la Esperanza, Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno de Villarrubia de los Ojos. Desde aquí extenderles nuestro mayor agradecimiento.
Esta mañana de júbilo fue coronada con la Solemne Eucaristía de Clausura del Año Jubilar a las 19:00 h. presidida por Don Antonio Algora que acompañado de palabras solemnes pero de significado sencillo nos recordó la Iglesia que formamos.
Y así se ponía fin en Herencia a un Año apoteósico junto con unos momentos inolvidables de los que no nos sentimos indiferentes ni lejanos.
Relativo a la importancia que tiene en nuestra Cofradía la noción de representación, especial mención merecen las Cofradías hermanas que nos acompañaron en este día de Júbilo tanto en la procesión como en el aperitivo que posteriormente ofreció la Hermandad del Santo. Un total de nueve cofradías que cortejaron a Nuestra Señora de la Soledad, estas son: Hermandad de la Flagelación de Ciudad Real, Virgen de la Salud, Santo Entierro, Virgen de los Dolores y Cristo de la Buena Muerte de Alcázar de San Juan y Virgen de la Esperanza, Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno de Villarrubia de los Ojos. Desde aquí extenderles nuestro mayor agradecimiento.
Esta mañana de júbilo fue coronada con la Solemne Eucaristía de Clausura del Año Jubilar a las 19:00 h. presidida por Don Antonio Algora que acompañado de palabras solemnes pero de significado sencillo nos recordó la Iglesia que formamos.
Y así se ponía fin en Herencia a un Año apoteósico junto con unos momentos inolvidables de los que no nos sentimos indiferentes ni lejanos.
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