REAL E ILUSTRE COFRADÍA DEL CRISTO DE LA COLUMNA, NUESTRO SEÑOR DE LOS AFLIGIDOS Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA SOLEDAD, POPULARMENTE CONOCIDA COMO LA HERMANDAD DE "EL SANTO"

martes, 27 de mayo de 2008

Sentimientos


Llega Semana Santa y empiezo a preparar túnica, medalla, el cinturón de esparto, los guantes, etc. Todo tiene que estar listo para la noche del Jueves Santo. Aunque han pasado nueve años estoy con los nervios a flor de piel, como si de la primera vez se tratase. Que no me falte esto, que no se me olvide aquello. Estoy lista, me dirijo a la ermita, una vez dentro no puedo estar de pie ni sentada. Estoy deseando que empiece la procesión y sacar a nuestra Virgen de la Soledad tan guapa y reluciente. Empiezo a hablar con mis compañeros, salgo fuera de la ermita para que me dé el aire pero nada funciona, estoy nerviosa y deseando empezar la carrera oficial.


Chemi nos reúne a todos dentro de la ermita, hacemos un corro y Mata se pone a rezar. Empiezo a seguirle, mientras estamos rezando mirando “Nuestra Sole”, noto como la piel se me pone de gallina, cada vez más nerviosa porque llega la hora.
La sacamos de rodillas, toque de campana tras toque de campana, la vamos sacando poco a poco y entre aplausos por un lado y Chemi por otro que nos dice: ¡Vamos valientes!. Ya está fuera, parece que estoy más tranquila y nos dirigimos a la plaza, al llegar descansamos y aprovechas para ver sacar la Virgen de los Dolores, o las bandas que empiezan la salida de la procesión. Pasa un tiempo y escuchamos los campanazos. Nos preparamos para la carrera oficial, empiezan los tambores y estamos listos para pasarla de rodillas por los arcos. Cuando estoy debajo de nuestra Virgen se refleja aún más el sufrimiento en los ojos, la emoción de los aplausos de la gente. Por el fondo escuchas una persona decir: “Viva la Virgen de la Soledad” y todos le siguen “Viva”, el apoyo del campanilla y los ánimos que nos da.
La procesión ha sido cansada pero todo ha salido a la perfección, pasamos por los arcos siguiendo a Nuestro Señor de los Afligidos. Al llegar a la ermita nos queda el último empujón de la noche para pasarla de rodillas una vez más.
Ya terminada la procesión nos empezamos a quitar los capuchones, miras a uno y a otro y notas las caras cansadas pero emocionadas y sonrientes, es la primera procesión y me voy a casa a descansar porque al día siguiente “Viernes Santo” será un día muy largo.

1 comentario:

Antonio dijo...

Yoli, preciosa experiencia. Qué maravilla sentir tan profundamente la hondura cofrade que lleváis bajo las andas, y se nota, porque lo trasmiten cuando hablas de esa manera y emocionas a quien lee esos sentimientos en la entrada. Solo os digo que adelante, por la Soledad y los tres Cristos, o el Cristo en los tres pasos, como quieras. pero sintiéndonos hermanos cofrades todos y mirando hacia lo más alto. BSS.