Hay un momento especial en la Hermandad del Santo, la salida de nuestros titulares. Cada año vuelven a encoger los corazones de los herencianos del Barrio del Santo. Año tras año se agolpan en la plaza y en los laterales de la ermita del Santo para ver una de las salidas más difíciles y emotivas de la Semana Santa. Los anderos hacen gala de su habilidad para arrimar el hombro todos a una y arrastrar literalmente el trono de la Virgen para que la corona no roce el dintel de la puerta. Y una vez más se produce el milagro. La emoción llena a todos aquellos que esperan, los hermanos, los nazarenos rojos y blancos del Cristo, negros, los de la Virgen, que desfilan al son de tres bandas de música el Viernes Santo.
Momentos emotivos en los que se contempla a nuestros titulares, las heridas del Cautivo, la llaga de los Afligidos y las lágrimas de la Señora de la Soledad.
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