Este mes se celebra con el rezo del santo rosario y el ofrecimiento de flores a Nuestra Reina de los Cielos, una práctica muy tradicional y de gran aceptación en el ánimo de la feligresía.
María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, sencilla y generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.
El rezo del rosario nos hace reflexionar y profundizar en los principales misterios de la vida de María, así como en las virtudes que la virgen vivió a lo largo de su vida. Os invitamos a reflexionar y meditar estas virtudes de Nuestra Madre y a intentar parecernos más a Ella, a nuestra Madre pura y sin Pecado, que reza por nosotros en su ermita, junto al apóstol santo.
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