Pasados unos días, tras concluir
nuestra estación de penitencia en la Semana Santa herenciana, llegó el momento
de reflexionar sobre ella. Los días previos al Miércoles Santo, la hermandad
del Santo ultimaba sus preparativos procesionales para que todo estuviera en
orden. Durante aquellos días, la ermita de San Bartolomé fue un hervidero de
gente; personas de aquí para allá que con su labor desinteresada hicieron
posible que tanto la Casa de Hermandad como la ermita de San Bartolomé lucieran
espléndidas en sus días de gloria. Se llevó a cabo el retranqueo de los pasos,
la puesta de flores en los mismos, así como la colocación del altar en la
ermita y la preparación de los balcones del barrio.
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| Stmo. Cristo de la Columna |
Todo listo para que las cuadrillas de costaleros hicieran vibrar los corazones a su paso por cada calle. El sentimiento de unión debajo de cada paso es indescriptible: un mismo paso para emocionar, para disfrutar de cada chicotá, para dejar de nuevo nuestro sello en el asfalto... Nervios a flor de piel que finalizaban después de cada procesión, a sabiendas de haber hecho lo que más nos gusta: ser los pies del Cristo de la Columna, nuestro Señor de los Afligidos y nuestra madre la Virgen de la Soledad.
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| Nuestro Señor de los Afligidos en la Procesión de los Siente Santos |
La elegancia con la que se han portado a nuestros titulares ha sido impresionante. Dignos son de mencionar momentos como el paso por el Convento de la Merced o por nuestra Parroquia Inmaculada Concepción en la tradicional procesión matinal de los “Siete Santos”. Del mismo modo, cabe destacar cada entrada y salida en nuestra ermita, en la que saetas y sones se mezclaban con el racheo de los costaleros llegando a lo más profundo de la muchedumbre allí reunida. Las palmas fruto de la emoción nos transmitían alegría. Felicidad. Porque no hay mejor sensación que el saber que hemos cumplido con nuestro trabajo.
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| Nuestro Señor de los Afligidos en Jueves Santo |
Por todo ello, queremos resaltar el esfuerzo y la dedicación de todas las personas que hacen que este sueño sea real. Gracias a los integrantes de la banda de CC.TT y a la A.M Santa Cecilia por el acompañamiento musical; a nuestros capataces y contraguías por darle sentido a esta andadura; a los costaleros por sentir sobre sus hombros la fe cristiana; gracias a las manigueteras, acólitos y nazarenos. Y muy especialmente, nuestro mayor agradecimiento a la Junta de Gobierno, que se ha dejado la piel para poder disfrutar un año más de nuestros titulares y ofrecer lo mejor de nosotros mismos al pueblo de Herencia. Atrás quedan reuniones, diálogos y frías noches de ensayo… todo con un mismo objetivo: seguir haciendo historia.
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| María Santísima de la Soledad |
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