REAL E ILUSTRE COFRADÍA DEL CRISTO DE LA COLUMNA, NUESTRO SEÑOR DE LOS AFLIGIDOS Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA SOLEDAD, POPULARMENTE CONOCIDA COMO LA HERMANDAD DE "EL SANTO"

viernes, 6 de junio de 2014

MÁS DE LO QUE LAS PALABRAS PUDIERAN EXPRESAR. TESTIMONIO DE UNA COSTALERA


"Más de lo que las palabras pudieran expresar"

Hace apenas unos meses, palabras como “chicotá”, “revirá”, “mecía” o “patero”, entre otras, me eran totalmente desconocidas. Pero poco a poco adquirieron un significado muy especial…

Intentar escribir o transmitir verbalmente lo que se siente portando un paso se ha convertido en una tarea ardua y difícil, al menos para mí. No logro encontrar la frase perfecta que defina lo que se siente ahí debajo, siendo los pies de una madre. Y pensándolo bien, me alegro de ello. ¿Por qué? Porque hay cosas en la vida tan fuertes que las palabras se quedan cortas, incluso obsoletas. Porque no hay sensación más bonita que saber que la llevas encima, sobre tus hombros, y que aunque duela, no importa; porque hay dolores que no duelen. Porque cada paso que das al compás de la música se queda grabado para siempre. Porque, en definitiva, las emociones se viven, se sienten, se expresan… pero no se explican. 

En tan solo dos días, viví momentos que han pasado a formar parte de la mejor memoria que conozco: el corazón. Y, a día de hoy, sonrío al recordar cada instante.
Tras muchos ensayos, llegaba a la ermita un Jueves Santo llena de ganas e ilusión, con las emociones a flor de piel. Sentía también cierto nerviosismo y respeto. Era mi primera procesión. Pero estaba segura que nada podía salir mal. Ella, la “Sole”, como cariñosamente me gusta llamarla, nos arroparía a todos con su precioso manto, del mismo modo que una madre cuida y protege a sus hijos… Y así fue. Después de rachear en solemne silencio, orar y escuchar saetas y aplausos dedicados a nuestra Virgen, la encerrábamos en casa con mucho esfuerzo, deseando que amaneciese de nuevo para volverla a bailar por las calles del pueblo. 

La mañana del Viernes Santo fue preciosa; muy intensa pero preciosa. Disfruté muchísimo al son de las marchas que nos acompañaban. Cada levantá fue única: por los que no están, por los que vendrán, por el gran trabajo de nuestro capataz, por nosotros mismos, para que Nuestra Santísima Madre de la Soledad nos llenara de gloria. Disfrutamos y creo que también hicimos disfrutar a todo aquel que nos veía pasar. Sin duda alguna, el calor de la gente con sus palmas me animaba a continuar, paso a paso, con descaro y fuerza… ¡siempre de frente! 

Y llegó la noche del entierro de Cristo. Para mí, fue de la más emotiva. Quizá porque, aunque no quería pensar en ello, en cierto modo,  era consciente que el tiempo pasaba. Intenté exprimir al máximo cada segundo, cada nota, cada chicotá. Jamás olvidaré la emoción que sentí ahí debajo cantando la Salve. Como tampoco olvidaré la última entrada en la ermita… Ese último “¡Al cielo, señores!”. Sin querer, aquello se terminaba. En ese instante, un cúmulo de sensaciones me invadieron por completo. Sinceramente, no sabría describirlo. Solo sé que me cayeron lágrimas de la emoción y los compañeros que tenía alrededor me empezaron a abrazar. Y aquello fue tan de verdad, tan de corazón, que no hizo falta decirnos nada entre nosotros. Simplemente, bastó con abrazarnos, mirarnos y sonreír.

Finalmente, no podría terminar estas líneas sin destacar el compañerismo que se respiraba en el interior de la trabajadera. Compañerismo y buen hacer, codo con codo. Llegar nueva a un grupo y que te traten como a una más… ha sido muy bonito. Hechos tan simples como ayudarnos a ponernos la faja, los ánimos debajo del paso, los abrazos y las felicitaciones mutuas al terminar cada procesión… han marcado mi primera Semana Santa desde dentro. La primera de muchas más que vendrán. No me equivoco si digo que ha sido un orgullo y un verdadero placer entrar a formar parte del grupo de costaleros de “la Soledad”. Ahora toca esperar al próximo año para volver a oír eso de “¡Menos paso, artistas!”.

POR: BEATRIZ DÍAZ - PAVÓN

No hay comentarios: