Este año hemos tenido la oportunidad de ver al Cristo de la Columna ataviado con una túnica blanca, túnica divina que pudimos ver en el besamanos del Cristo. Tejida de niebla se envuelve entre sus heridas de Pasión, fue el Cautivo quien eligió la blancura, brillo de su Alma, brisa y silencio de su paso redentor. Silencio blanco, que se encuentra con su Madre, dolor blanco, que aguanta la pureza sobre un monte de claveles rojos teñidos con su sangre.
Dos colores, rojo y blanco, que identifican a unos hermanos, y a una hermandad, que cada año acompañan al Cristo de la Columna con estos colores en su carrera oficial. Os dejamos con algunas imágenes de este momento.
Aquí os dejamos el vídeo de la saeta cantada por Saray al Stmo. Cristo de la Columna
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