Momento en el que la Custodia procesionaba delante del Altar del Santo |
La jornada del Corpus Christi de 2015
Aún cuando no se veía en las calles herencianas, concretamente a las 6:00 h. de la mañana, el primer grupo de trabajo de la Hermandad se ponía manos a la obra en el Caño. Poco a poco se iban sumando conforme avanzaba el día voluntarios y demás miembros de la cofradía para colaborar en el adorno del trayecto que corresponde al Santo.
Esta jornada trajo de vuelta las desafiantes temperaturas de junio, pero también el gentío que se congrega en torno a las calles del centro de Herencia, y junto a él la convivencia y en definitiva la hermandad. Horas de trabajo a lo largo de la calle chica que poco a poco nos iban dejando la estampa de color y viveza que caracteriza esta fiesta del Corpus Christi.
Desde el Caño a la Avenida de la Concepción (trayecto de carrera oficial decorado por el Santo) los colores albero y blanco reinaban en contraste con la alfombra de sal que junto con ornamentos florales contenía el escudo de nuestra Cofradía y desembocaba en los pies del veterano altar del Santo. Este año se innovaba con un toldo a tres bandas que abarcaban la alfombra de sal y se apostaba con gran acierto en aumentar las dimensiones de ésta para casi alcanzar la medianera de la citada avenida más conocida popularmente como Callejón de la Soledad.
Con motivo del año teresiano la protagonista de nuestro altar era la Santa Teresa de la familia Ramirez acompañada de San Blas y Santa Gema, cotitulares de nuestra cofradía. Con una considerable altura y una perfecta simetría de enseres florales y candelería el altar del Santo supo estar a la altura de las circunstancias. A los pies de Santa Teresa la venerada reliquia de Santa Gema Galgani junto a elementos litúrgicos.
Agradecer a todos los voluntarios y miembros de la Hermandad ya que gracias a ellos todo ha sido posible, y tras las horas de trabajo pudimos vivir la recompensa en la procesión del Corpus Christi y guardar en el recuerdo esta jornada de convivencia y hermandad.
Parte de la carrera oficial decorada por la Hermandad del Santo horas previas a la Procesión. |
Cambios y tradición
La innovación se dejó sentir en la antigua custodia de plata que tras muchos años sin procesionar este 2015 nos ha dejado contemplar al querubín que sostiene el sol, apoteosis artístico en el epicentro del trono. También en esta procesión se ha dado a conocer el Escudo de la Hermandad de la Inmaculada que fue lo primero que "pisó" el Santísimo en este 2015 al salir del Templo parroquial y que estaba representado a la perfección en la alfombra de sal.
Altares de Solera. El San José del Retablo Barroco Franciscano salía por primera vez del Templo jubilar para presidir el altar de la Parroquia acompañado por Santa Teresa (la cual tenía especial devoción por el Patriarca) y por otra talla de la Inmaculada. A su vez, también salía por primera vez un Pérez Rabasa para hacer los honores del altar del Convento. Enmarcado en el año teresiano, era Santa Teresa la protagonista palpable de esta procesión 2015 donde pudimos contemplar cerca de 5 tallas en su honor junto con numerosos símbolos de su orden y de su vida a lo largo de toda la carrera. Junto a los altares de las Hermandades se mezclaban los particulares que tampoco desmerecían siendo alguno de ellos de gran interés y belleza.
Custodia de Plata cuyo sol es sostenido por un querubín |
Solemne Función y Procesión
Comenzaba la Misa Mayor presidida por el párroco Julián Martín a las 19:00 h momento en el cual ya estaba decorada toda la carrera oficial.
El Estandarte de la Inmaculada abría el itinerario cerca de las 20:10 horas cuando se disponía a salir por la puerta de la Umbría precediendo a la Custodia que presentaría a Jesús Sacramentado a una plaza de España abarrotada y engalanada con las mejores galas, el resto de la corporación esperaría en Lope de Vega a que el Santísimo recorriese la alfombra de Sal haciendo estación frente al Altar de la Parroquia. Se cerraba el ciclo en torno a las 22:00 h cuando el querubín pasaba los arcos de la Plaza bajo un manto de pétalos.
Fueron los momentos de color, gentío y devoción en el que muchos aprovecharon para disfrutar de un pueblo que olía a romero e incienso, presenciar una fiesta que cada vez va a más o alzar la vista y reparar en los detalles de los altares, balcones, pendones y alfombras que engalanan el Casco Antiguo.
Os dejamos con algunas imágenes de la Procesión como de los preparativos previos.
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