PADRE BUENO:
Que en tu hijo Jesús
nos has dado la alegría y
la ilusión de vivir y contagiar
la vida que nos das.
Concédenos saber mirar
más allá de las apariencias,
que a veces nos enturbian el
corazón...
Danos una mirada limpia,
llena de esperanza, y
transparente
para descubrir tu rostro.
Concédenos valentía para
responder
a tu cordial reclamo
de ser tus testigos en medio
de nuestro mundo creado por ti.
Que nuestra alegría sea cauce
fresco que despierte en otros
jóvenes
el deseo de encontrarte y hallar
la felicidad plena que tú nos das.
En el corazón de María
latiremos al ritmo
que tu espíritu nos pida,
para entregar nuestra vida
y conseguir el amor, la
libertad y la verdad.
AMÉN
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